Salvando Vidas

Un salvavidas es algo que puede preservar la vida en una emergencia.
Un cinturón de seguridad en un auto, una inyección en un herido, un chaleco antibala en un tiroteo... o un tronco en medio de un lago.
En la náutica por costumbre se refiere a los salvavidas como los chalecos o roscas. No son los únicos, pero son los más prácticos y conocidos.



El mejor salvavidas es aquel que ayuda a mantenerse flotando y respirando por más tiempo dentro del agua.
Si es posible elegir antes de necesitarlo, se puede seleccionar una amplia gama de colores, calidades y modelos para satisfacer diferentes gustos y necesidades. En una emergencia, solo se puede elegir entre lo que se encuentre flotando, si es de día y hay visibilidad, o entre lo que esté disponible en la embarcación.

Hay mucha diferencia entre zambullirse en una pileta en verano que caer al mar en una gélida noche de invierno. En esos casos, cualquier cosa que se encuentre flotando cerca podrá ser un salvavidas, con el agravante que sumergido con los ojos a nivel del agua no se podrá ver muy lejos, Aun así, no hay certeza de alcanzarlo: viento, corriente, hipotermia... todo juega en contra.



Nadar en el mar limita mucho la visión que se tiene. De allí la importancia de tener un silbato para ser oído y poder ser localizado. Tal vez se pueda encontrar maderas, ropa, botellas, un colchón, chalecos… un tanque de nafta, aunque lleno tendrá poca flotación, puede brindar la oportunidad de vaciarlo. Si se encuentra una rosca o salvavidas circular, que permite asirse más cómodamente mientras se espera el rescate, es de gran fortuna.
Pero siempre dependerá de lo que se encuentre, y si se tuviera la milagrosa suerte de encontrar un chaleco salvavidas, quedan muchas dudas que pueda ser colocado dentro del agua, aunque siempre podrá ser abrazado.

A diferencia de un buque como en la película Titanic, donde los protagonistas tenían tiempo de terminar de comer y guardar sus joyas, una caída al agua no da tiempo para búsquedas. Nada de tiempo.
Es por eso que un chaleco salvavidas debe estar colocado antes de la emergencia. Las elementales reglas no escritas de seguridad indican que solo un temerario saldría a navegar a sabiendas que tendrá un accidente.
Pero aunque no haya temerarios (no hay?), hay estadísticas. Lo único que tienen en común todos los accidentes, ya sea en autos, aviones o embarcaciones, es que son imprevistos!



Por eso es recomendable que al elegir un chaleco salvavidas se lo pruebe en diferentes posiciones: sentado, parado y en movimiento. Debe ser confortable, ajustarse al cuerpo y no salirse por la cabeza cuando se levantan los brazos. Elegir el modelo que mejor se adapte a la actividad, ya que por ejemplo es distinto un chaleco de ski que uno de pesca. Pueden tener la misma flotación pero el diseño y funcionalidad son diferentes, y como siempre, lo importante es que esté bien colocado.
Un excelente chaleco seco bien guardado en la sentina, aunque tenga bordadas sus letras en oro, valdrá menos que un tronco flotando cerca después de una caída al agua.


ECOtip: el mejor salvavidas solo sirve si está puesto



Estando a bordo, utilizar el chaleco. Cuanto más confortable sea, se podrá usar por más tiempo. Especialmente (y muy especialmente) los niños. La seguridad de todos es una tranquilidad adicional que permite disfrutar de las actividades náuticas.
Si no se utiliza el chaleco elegido: no sirve!

ECOtip: ante la duda se puede ALQUILAR en nuestro ECOrental para testear los diferentes modelos.