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¿Esquí o Snowboard?
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Muchas veces se ha formulado esta pregunta. Seguramente hay múltiples respuestas, simples y complicadas, desde diferentes puntos de vista.

Snowboard:

A mediados de la década de los ´60 nació el snowboard, y sus orígenes se deben a la influencia del Surf y del Skate. No fue hasta principios de los ´90 cuando llegó al gran público con una importante expansión y proliferación de marcas, nuevos materiales, madurez en la disciplina profesional, técnica, etc...
El gran boom se produjo a raíz de los juegos de Nagano (Japón) en 1998 donde adquirió categoría de deporte olímpico.

¿qué es mejor... ¿el esquí o el snow? ¿lo uno? ¿lo otro? ¿Ambos?

La respuesta simple e inmediata es: lo que quieras!
Las dos opciones buscan y ofrecen las mismas sensaciones. Las que te dará la nieve y te transmitirá a través de la/s tabla/s: flotabilidad, velocidad, deslizamiento, riesgo... "el flow". Ambas dispararán tu adrenalina para que fluyan tus sensaciones.

Debido a la gran variedad de material para practicar ambas disciplinas ya no existen grandes diferencias entre practicar una u otra, y casi es cuestión de estética. Desde el freeride y el freestyle, el boarding o ski-cross hasta el racing (estilos que son comunes en ambas disciplinas) pasando sobre todo por lo que practica la mayoría, que es el esquí o snowboard de turismo, recreativo, y que no es ni más ni menos que pasarla bien con tus amigos o familia.
Lógicamente, existen diferencias. Antiguamente existía una pica entre "palilleros" y "surferos", no siempre muy amistosa, que aun perdura aunque con muchísima menos intensidad y que ya casi no existe en absoluto. Las dos actividades de nieve pueden convivir perfectamente. Lo que marca la diferencia es la manera de practicar cualquiera de los dos deportes y en el que ha de primar el respeto hacia "ambos bandos". Los dos deportes se han desarrollado de forma masiva y se ha madurado mucho en este aspecto.

Cuesta ser objetivo siendo esquiador o snowboarder, pues son miradas desde diferentes puntos de vista. Muchas veces ocurre que se prefiere ser un buen esquiador a un mal snowboarder, o viceversa, pues a partir de cierta edad, el aprendizaje, y más en deportes de tanta técnica y riesgo, es más complejo y lento, y los huesos ya han golpeado suficientemente en la nieve como para volver a empezar. Otra razón es que para darle vida a lo uno, hay que quitársela a lo otro, así que la decisión es muy meditada y no son pocas las ocasiones en las que la voluntad esta a punto de sucumbir. No obstante, se puede esquiar en compañía de buenos esquiadores o snowboarders, de diferentes lugares y niveles, y viceversa por supuesto. La nieve te hace libre no solo para elegir la disciplina, sino también la compañía..

El aprendizaje

Existe la creencia (errónea o no del todo cierta) de que aprender snowboard es más fácil. Si bien al principio podría decirse que es así y en los primeros días se evoluciona más rápidamente con “la tabla” que con los esquíes y en un par de días te sentís un poco mejor con aquella y al tercer día te crees todo un “pro” mientras que con los esquíes apenas empezás a entender algo, lo cierto es que en ambos casos todavía queda mucho que aprender y muchas horas para practicar; lo que realmente sucede es que generalmente en el snowboard se abandonan antes las clases con instructor y se deja a la improvisación y a los colegas el aprendizaje del deporte. Este efecto se nota mucho y la diferencia entre buenos riders que pilotean muy bien y que tienen muy buena técnica, que son los menos, y el resto de los “surferos” es abismal.
En el esquí, aunque también hay de todo, se equilibran más las fuerzas y se nota que hay más horas de profesor y clases. En cualquiera de los dos deportes el tener más horas de clase va en beneficio de más seguridad, respeto y diversión en las pistas y fuera de ellas. En muchos lugares la cultura de nieve deja bastante que desear, y en cuanto son capaces de bajar una pista azul, se dejan de tomar clases, justo cuando más útiles son ya que se aprovechan mejor y rinden más, y te hacen evolucionar mucho más rápido y sobre todo correctamente.
Muchas veces se gasta dinero en equipos que aun se tardará tiempo en dominar, y que están por encima de las posibilidades de los esquiadores o snowboarders, abandonando por completo la instrucción profesional y dedicarse al auto aprendizaje. En el caso concreto del snowboard, según las estadísticas, por cada hora de clase que se da en el snowboard, en el esquí se multiplican varias veces. Resulta evidente para cualquiera a simple vista, y en cualquier escuela de cualquier centro invernal, lo corroborarán.

La moda

En este aspecto, si bien hay diferencias, el look que pueden presentar unos y otros riders (“surferos y palilleros”) pueden incluso llegar a ser el mismo, y podes encontrarte desde que te parezca que acabas de salir de un boliche disco de bailar hip hop con ropa dos o tres talles por encima de la que se necesita, o hasta que creas que estás en una pasarela con las últimas tendencias en ropa para nieve. Las marcas de indumentaria de esquí y snow son muy conscientes de este fenómeno y hay una gran variedad de productos en uno u otro sentido, más o menos exagerados y para todos los gustos. Por razones prácticas, el equipo de snowboard debe ser holgado, pues debes estar agachándote para fijar las botas, o sentarte y levantarte en la nieve en las pausas; mientras que con el esquí no necesitas tanto movimiento y podes estar tranquilamente de pie a un lado de la pista apoyado con tus bastones. La ropa de esquí no es tan ancha y es muy útil para demostraciones de la postura correcta para esquiar. La ropa de snowboard tiene como más onda, y no son pocos los esquiadores que la hacen suya, sobre todo los freestylers y freeriders. Así que, a la hora de la verdad, en las pistas se puede ver de todo y cada vez hay más mestizaje. Son muchas las marcas que fabrican sus productos, cascos, gafas, guantes, gorros…, para una u otra disciplina o ambas, y cada cual los adapta a su gusto. Así las pistas se llenan de un colorido de lo más variopinto.

La cultura

Se podría asociar el snowboard a una cultura más bien callejera, influencia del skate (del que nació) y tendencias musicales como el “Hip Hop” y el “Rap”, más de barrio con una marcada identidad antisistema, freaky o de tribu urbana, que se contrapone a otra más tradicional y familiar, de ámbito más urbano y socialmente más exclusiva en el esquí, aunque sea solo en apariencia pues la realidad es mucho más compleja, y hoy en día ambos deportes están muy extendidos por las diferentes capas sociales y gozan de mucha popularidad. Si es cierto que en ciertos mundos ha calado la creencia de que el snowboard es más de la calle y pinta más lo que ha contribuido a que muchos se hayan apuntado a la moda de la tabla por imitación frente al esquí, al que se consideraría de gente más bien “cheta” o elitista. Puede que esto parezca un poco superficial, pero esta creencia, si bien no se confiesa, existe. Se nota en el ambiente aunque la realidad es muy distinta y cualquiera puede practicar cualquiera de los dos deportes, inclusive ambos, y que la nieve diluye en buena medida esa sensación.

Diferencias de técnica y material

A pesar que en el fondo el fin es el mismo en ambos deportes, bajar dentro y fuera de pistas, existen unas cuantas diferencias. No hay más que ver las botas de unos y las de otros.
Respecto a lo puramente técnico, el snowboard se adapta muy bien a las nieves profundas y sueltas, aunque también los esquíes de doble espátula con cotas más anchas de freeride para descenso en pista y fuera de ella han evolucionado tanto, y tan bien, que no tienen nada que envidiar a las sensaciones de “flow” de la tabla. Sin embargo, en nieve dura los esquíes se comportan con más entereza que la tabla de snow, a la que costará más entrar con el canto y acabará con derrapajes, con lo que conlleva menor control y más necesidad de espacio de frenada y giro, circunstancias en las que los esquíes tienen ventaja al ser más polivalentes en todo tipo de nieve.

Igualmente ocurre con los esquíes de freestyle, también de doble espátula, con los que se pueden realizar tantos trucos como con la tabla de snowboard en un park. Con esto hay que tener en cuenta en qué lugar y época vas a esquiar/surfear la mayoría de las veces. No es igual la nieve que encontraras en el mes de Julio en una cara sur, más dura, donde el snowboard es menos recomendable, que en otros lugares con nieves más frías y secas.
Podran ver que si hoy en día se juntan dos pares de esquís de doble espátula, vistos en conjunto, se asemejan a una tabla de snowboard, lo que no es casualidad. Otra característica a tener en cuenta es la posición que lleva el cuerpo con los esquíes, frontal, frente a la lateral en el snowboard; esto favorece la visibilidad y la maniobra durante el descenso. La visión periférica es mucho mayor en el esquí, tanto en las diagonales como en la máxima pendiente. Otro aspecto como la movilidad también hay que tenerlo muy en cuenta, Con los dos pies independientes en un caso y con el apoyo de los bastones, o tener los pies anclados a la tabla, condicionan bastante, sobre todo si nos encontramos en zonas sin desnivel. A quitarse la tabla y a patear unos, a patinar y remar los otros. Menos mal que las botas de snowboard ayudan, y mucho!
A la hora de realizar travesías de una pista a otra, o al transitar por espacios llanos, se agradecen los esquíes y la movilidad de las dos piernas, y en el snow son tareas más pesadas, más aun si vas fuera de pista.

También influyen los radios de giro y los tiempos de frenada que en el esquí pueden ser más cortos. Otra razón más a tener en cuenta es que los medios de elevación de las estaciones de esquí, sobre todo los de arrastre (poma + ancla o t-bar), no están adaptados para el snowboard y su uso es una dificultad para los practicantes de esta disciplina.

Respecto a si lo uno es más fácil que lo otro, hay muchas versiones distintas en un sentido o en otro. A largo plazo, tener una buena técnica y poder disfrutar con seguridad en ambos deportes resultará muy parejo y requerirá muchas horas de aprendizaje, ya que son deportes muy exigentes y no exentos de riesgos. Ahí ya influirá la destreza de cada cual (aunque si sos hábil para el esquí seguro que también lo sos para el snowboard, y viceversa) y las ganas de aprender de cada uno. Si el snow en un principio te adelanta un poco, y a base de derrapes y algunos saltos te crees que es más fácil, mientras con el esquí aun estas con giros en cuña y alguno en paralelo, en ambos casos queda mucho por aprender y son muchas las horas que faltan para cualquiera de las dos disciplinas. También depende de dónde quieras poner tus límites. Tener en cuenta que esquiar o hacer snowboard dentro y fuera de pistas, o realizar grandes y complejos saltos y trucos en el snow-park, tiene mucho riesgo y en cualquiera de los dos casos, es necesaria mucha técnica y ésta solo se adquiere con el aprendizaje.

Lesiones más habituales

También existen notables diferencias en las lesiones que se suelen producir en una u otra disciplina. Mientras en el esquí alpino son típicas las lesiones de ligamentos de rodilla y los traumatismos en el hombro, en el snowboard son típicas las fracturas de muñeca y los traumatismos acromio-claviculares (hombros, clavículas y omóplato).
Capítulo aparte son las colisiones tanto en la práctica del snowboard como en el esquí. Valorando tres situaciones básicas como son el esquí, el snowboard y los objetos diversos plantados en nuestras pistas, se han observado dos patrones de choques:
1. Si un snowboarder colisiona, suele hacerlo contra un objeto (árbol, roca, poste, etc.)
2. Si un esquiador colisiona, suele hacerlo contra otro esquiador (parado en pistas o no)
Hay que resaltar que, de acuerdo con diferentes estadísticas, no se puede corroborar la supuesta peligrosidad atribuida al snowboard en cuanto a producir accidentes. El efecto del miedo a recibir una colisión se percibe más si el contrario es un snowboarder, aunque probablemente ese hecho se relacione con el mayor tiempo de frenada y el mayor radio de giro que caracterizan al snowboard.

Principales lesiones en snowboard: luxación de hombro, fractura de clavícula, rotura de muñeca.
75% hombres - 25% mujeres
20% fracturas en general
Principales lesiones en esquí: dedo pulgar, rodillas, hombros.
50% hombres - 50% mujeres
7% fracturas en general
Edad media para todos los accidentados: 21 años


Existen más razones y cada cuál tendrá las suyas para elegir. Hay que practicar lo que le pida a cada uno el cuerpo.
ECOtip: si no se ha probado ninguna, realizar la que más atraiga y haga ilusión, la primera en la que se piensa.
En caso de ya haber empezado alguna, seguir con ella hasta que se la domine, antes de pasar o cambiar a la otra. Más vale ser cabeza de ratón que cola de león, y en cualquier caso aprender con profesor. La evolución en cualquiera de las dos especialidades es muy notable en este caso y aumenta la seguridad y la posibilidad de disfrutar de cualquiera de los dos deportes, que por cierto, tienen muchas más cosas en común de lo que a simple vista parece. Si no tenes mucho nivel, no te dediques a ambas.

Actualmente y al contrario de lo que ocurrió en los últimos años del siglo pasado, cuando se apreció un notable retroceso en la venta de esquíes a la vez que la de las tablas de snowboard aumentaba; y que hizo que se revolucionara el mundo de la nieve pues los fabricantes de esquíes tuvieron que innovar y apostar fichas para desarrollar nuevos modelos que buscaran las sensaciones de flotabilidad que ofrecía el snowboard, y así aparecieron conceptos como el carving y luego otros como el camber, rocker, la doble espátula, etc. Ese retroceso del esquí frente al snow no solamente se ha revertido sino que sigue una tendencia progresiva de avance. Prueba de ello es que los esquíes de doble espátula han aumentado sus ventas en los últimos años frente a un descenso de las ventas de tablas de snowboard.

El esquí lleva muchos más años y tiene más seguidores. Los centros invernales están más pensados para la práctica del esquí y está más arraigada su práctica frente al snowboard. Hoy por hoy, hay mayoría de esquiadores aunque ya se empiezan a ver nuevas generaciones de "surferos" codo a codo con sus padres. Por encima de todo está la pasión por la Nieve así que, mientras se trate de ella, la conclusión es que cualquier opción es buena para deslizarse por las pistas y será tuya la decisión final que lo más importante es disfrutar y razones hay, con estos dos magníficos y espectaculares deportes.
Por supuesto habrá quien opine lo contrario, y sirva su postura para el debate. Las dos actividades deportivas son diferentes pero tienen algo muy importante en común, apasionante: la NIEVE.
Al final, cada uno debe tomar su propia decisión.
¿Vos... a cuál de las dos opciones le apuntas? ¿Ambas?



 
 
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