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| Trascender el cierre |
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Hay que eliminar el cierre!
El cierre, cremallera, o zipper, es uno de los factores mas funcionales y elegantes en todo diseño textil. Tambien es una frustrante complicación para el reciclado...
"Todo producto eventualmente termina deshaciéndose, y muy probablemente sea la reparacion del cierre lo que defina su destino."
Nuestra costurera maestra piensa que los cierres son perfectos, y es exactamente por ello que no le gustan. De tanto reparar artículos y prendas en el taller de ECO, está familiarizada con este invento que ya cuenta más de 150 años. Los revisa todos los días en camperas, mochilas, carpas, bolsas de dormir... y conoce su supremacía por sobre otros cerramientos: botones, velcro, imanes. Sabe que una cremallera rota es prácticamente imposible de reparar, y una pesadilla para reemplazar.
"Tengo un desdén de larga data por los cierres, pero el problema es que son perfectos en su función" dice nuestra costurera. "No hay nada mejor, pero con cada cierre cambiado o reparado comienza una cuenta regresiva, porque será lo primero en volver a fallar."
Parte del problema es la misma construcción de la cremallera. Una linea de dientes hechos de plástico, nylon o metal, bondeados a una cinta cosida a la tela contigua. El diente en una linea está diseñado para calzar con su correspondiente par en la linea de enfrente, cerrando y abriendo, trabando y separando, según desliza el carro deslizador. Es un delicado y elegante diseño, pero con una notablemente corta vida útil.
"La ingeniería del funcionamiento del cierre, todos esos dientes entrelazados que pueden torcerse, morder tela, pifiar su contraparte... eventualmente se va a romper" cuenta nuestra costurera. "Arena, polvo y suciedad los desgastan, y hay pocas soluciones caseras. En casa podrás cambiar un velcro, coser un botón, emparchar agujeros en codos y rodillas, pero cuando el cierre falla: sin solución!"
Encontrar un diente roto o un deslizador fallado en tu equipamiento favorito puede ser una sentencia de muerte. Pero a no desesperar, se puede intentar la reparación. Si no lo podes solucionar en tu hogar, en el TALLER de ECO tenemos diferentes alternativas para que puedas seguir utilizando lo que es bien tuyo, con lo que muchas veces ya te encariñaste.
La facilidad de reemplazo de un zipper depende en gran medida de cómo fue colocado. Por ejemplo, si un cierre en una campera de pluma fue cosido o pegado directamente a la tela, al descoser o despegar se abrirán los bordes de las celdas de duvet... una explosion de plumas parecería gracioso y divertido, pero la campera perdería (gran) parte de su abrigo. "Es una batalla que hay que enfrentar" indica nuestra costurera. "No podemos permitir que las plumas vuelen libremente".
"Aun cuando es posible reparar un cierre dañado, hacerlo asemeja una operación quirúrgica. Tenemos suerte de tener en ECO una maestra costurera de gran nivel."
Las mejores marcas diseñan sus productos teniendo en cuenta las posibles futuras reparaciones. Es algo que consideran en sus innovaciones. Por ejemplo, en las bolsas de dormir de duvet, la cremallera es posiblemente el punto débil, lo primero que falle. Entonces el diseño debe permitir el recambio de cierre lo más fácilmente posible. Puede costar algo extra en la fabricación, pero prolongará su vida útil al permitir reparar fácilmente cuantas veces fuera necesario. Es lo que llaman "repair-friendly details" que colaboran con el cuidado del medio ambiente.
Los buenos diseñadores tienen en cuenta los detalles para permitir futuras reparaciones. Muchas veces no modifican el producto final, por ejemplo bolsos y mochilas pueden tener un forro interno que no permite el acceso a un cierre, y con una simple costura interior el diseñador brinda acceso a ese cierre para que pueda ser reparado si fuera necesario. El cliente usuario nunca notará la diferencia.
Es un cambio de mentalidad en la innovación de productos: de "si alguna vez hay que reparar" a "cuando seguro venga a reparar". Nuestra costurera enseña "debemos pensar que cada producto será reparado en algun momento, por cualquier motivo, y todo debe ser fácil de reemplazar. Ya se hace en varios productos, pero el cuidado del planeta empuja a que todos los productos sean reparables. No va más el descarte".
"Un cierre dañado no es una sentencia de muerte, pues en el taller de ECO se resucitan los zippers"
Aparte de lo complicado de la reparación o cambio de cremalleras, hay otro daño colateral: son casi imposibles de reciclar. Los pocos cierres reciclados existentes en el mercado aún son de baja calidad para el exigente uso que requiere el equipamiento outdoor.
"Si se pudiera reciclar un poliéster o nylon lo suficientemente resistente, entonces se podría fabricar una campera con el mismo material y, en teoría, reciclar la prenda completa." comenta nuestra costurera. "Pero el hilo, la cinta y el cierre deberían ser fabricados con el mismo producto reciclado, caso contrario hay que separar todos los materiales para sus diferentes reciclajes."
Hasta que esto ocurra, los cierres continúan siendo la mejor opcion. Un maravilloso mal menor. "Una relacion amor-odio, no quiero dejar de utilizarlo hasta poder reemplazarlo con algo superador, que todavía no existe... y es tan bueno que pronto va a llegar a los 2 siglos de antigüedad!"
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